EUGENIA JIMÉNEZ/milEnio/16 10 2011
El cardenal Norberto Rivera indicó que la autoridad legítimamente constituida exige que se respete la ley natural, el proyecto de Dios sobre el hombre y no se oponga a él con leyes injustas o inhumanas.
En una misa en la que estuvieron presentes integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) afirmó que la autoridad legítimamente constituida tiene como campo el bienestar social, pero este exige que se respete la ley natural, el proyecto de Dios sobre el hombre y no se oponga a él con leyes injustas o inhumanas.
El cardenal Norberto Rivera Carrera afirmó que debemos “poner la obediencia a Dios por encima del respeto al César” y destacó “cuando la autoridad se sale del marco legal desde donde puede y debe gobernar no hay obligación de tributarle obediencia y si se opone abiertamente a los derechos fundamentales, entonces hay que negarle la obediencia”.
“Pero también respetando positivamente a Dios, para lo cual no hace falta que se ponga su nombre al frente de la Constitución, pero sí que se respete su presencia en la conciencia de los creyentes, para lo cual los gobernantes deben de legalizar y proteger en la práctica la libertad de conciencia, de religión y de culto, a fin de que los ciudadanos puedan profesar, privada y públicamente si amor y respeto a Dios”.
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