martes, 10 de mayo de 2011

Gasolinazos, golpes bajos de Calderón a la sociedad

Los aumentos en los precios de las gasolinas y el diesel son verdaderos golpes bajos para la sociedad y están cambiando en los mexicanos hasta el modo de andar... en automotores. En el país se ha generado un efecto de sustitución en el consumo y como la gasolina Magna es un reemplazo perfecto de la Premium, la población está incrementando el uso de la gasolina más barata (Magna) en lugar de la más cara (Premium). Pero...
Este sustituto "podría impactar negativamente al medio ambiente por sus respectivos contenidos de azufre. Actualmente, el límite de concentración de este mineral en la Premium es de 250 en promedio y 300 máximo partes por millón; en la Magna es de 300 en promedio y 500 máximo partes por millón", advierte el investigador parlamentario Reyes Tépach M., de la Subdirección de Análisis Económico de la Dirección General de Servicios de Documentación, Información y Análisis, de la Cámara de Diputados.

Y con fundamento en su análisis de la política pública en materia de deslizamiento de los precios esperados de las gasolinas y el diesel, se observa que no habrá modificación a favor de los consumidores, porque considera: "...al cierre del 2011 el precio de la gasolina Premium será de 10.58 pesos por litro; la Magna se ubicará en un rango de 9.75 a 10.11 pesos por litro y el diesel de 10.08 a 11.09 pesos por litro".

En su trabajo "Análisis de los precios y de los subsidios a las gasolinas y el diesel en México. 2007-2011", el investigador parlamentario explica al delinear sus conclusiones:

"El costo de oportunidad que actualmente está enfrentando el Gobierno federal es que está incrementando la recaudación del IEPS (Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios) a través del deslizamiento de los precios de las gasolinas, sin embargo, se está generando un impacto ambiental adverso, porque la población está optando por sustituir el consumo de la gasolina menos contaminante por la que más daño le hace a la calidad del aire".

Alude en el extenso texto al calendario marcado por la NOM 086, de acuerdo con el cual Pemex hubiera iniciado el proceso de reconversión de las gasolinas desde octubre del 2006; se tendría que ofrecer gasolina Premium de 30 mínimo y 80 máximo partes por millón de azufre; desde octubre de 2008 se tendría que ofrecer gasolina Magna de 30 mínimo y 80 máximo partes por millón de azufre en las zonas metropolitanas del Valle de México, de Guadalajara y de Monterrey y en enero de 2009 para el resto del país; además, desde enero de 2007 se tendría que ofrecer diesel de 15 máximo partes por millón de azufre en la zona de la frontera norte del país; en enero de 2009 en las zonas metropolitanas del Valle de México, de Guadalajara y de Monterrey y en septiembre de 2009 en el resto del país.

En el acucioso documento explica que la evolución de los precios de dichos carburantes en el actual sexenio ha sido: de enero a diciembre del 2007, debido a los ajustes a la inflación, la Premium aumentó 5.05 por ciento, la Magna 3.70 por ciento y el diesel 3.49 por ciento.

Asimismo, para el periodo de enero de 2008 hasta abril de 2011 aumentaron: la Premium 18.41 por ciento, la Magna 30.62 por ciento y el diesel 61.26 por ciento.

Los precios de las gasolinas Premium y Magna en México, expone más adelante, evolucionaron de manera independiente al mercado internacional de los hidrocarburos: "...reflejan los respectivos deslizamientos que sufrieron durante el año 2008, 2010 y 2011, y el congelamiento decretado por el Gobierno federal para casi todo el año 2009. El diesel automotriz muestra incrementos constantes desde el año 2007, aún cuando su precio descendió en Estados Unidos durante el periodo de agosto a diciembre de 2008".

* Salarios de lágrima

Reyes Tépach hace notar la incidencia directa del encarecimiento de los precios de los petrolíferos en el poder de compra de los salarios de los trabajadores y ejemplifica:

Si el propietario de un vehículo hubiera decidido comprar 40 litros de gasolina o diesel, su gasto se habría incrementado de la siguiente manera: para la gasolina Premium, en el año 2007 hubiera pagado 332.40 pesos; en abril del 2011 gastaría 410.40 pesos: 78 pesos más respecto a 2007. En cuanto a la gasolina Magna, en el año 2007 hubiera pagado 270.40 pesos; en abril del 2011 gastaría 363.20 pesos: 92.80 pesos más respecto al 2007. Y para el diesel, en el año 2007 hubiera pagado 229.20 pesos; en abril del 2011 gastaría 377.60 pesos, es decir, 148.40 pesos más respecto a 2007.

Acota que lo antes señalado es sin tomar en cuenta "uno de los problemas más recurrentes que enfrentan los consumidores de gasolina en México, que consiste en que en prácticamente todos los expendios de petrolíferos del país los litros son incompletos. Esta práctica impacta adversamente por el lado del gasto o del ingreso a los consumidores del país, teniendo el efecto final de una carga impositiva adicional o de un sobre precio por litro de gasolina o diesel adquirido".

¿Y como se comportó el salario? De lágrima, observamos en las cifras del investigador. "Para el mismo periodo 2007-2011, el salario mínimo pasó de 48.88 a 58.06 pesos diarios: su incremento ha sido de 9.18 pesos. El aumento del salario mínimo cubre 11.77 por ciento del incremento del gasto por consumo de la gasolina Premium, 9.89 por ciento del incremento del gasto por consumo de la gasolina Magna y 6.19 por ciento del incremento del gasto por consumo del diesel", puntualiza.

Además, si bien asume que la población que percibe salario mínimo, por tener bajos ingresos, carece de automóvil y por lo tanto no consume gasolina o diesel, los mexicanos de ingresos medio y alto que están en condiciones de demandar estos carburantes son asalariados que forman parte de la economía formal, cuyos ingresos monetarios se estiman en función del salario medio de cotización del Instituto Mexicano de Seguro Social.

"En el periodo 2007-2011 el salario medio de cotización del IMSS pasó de 209.19 a 246.87 pesos; su incremento ha sido de 37.68 pesos. El aumento de este salario cubre 48.31 por ciento del incremento del gasto por consumo de la gasolina Premium, 40.80 por ciento del incremento del gasto por consumo de la gasolina Magna y 25.39 por ciento del incremento del gasto por consumo del diesel", ilustra.

También comenta observaciones sobre los incrementos salariales en México: "Únicamente cubren una parte del aumento de los precios de las gasolinas y el diesel; como consecuencia, el alza de los precios de los otros bienes y servicios ya no puede ser cubierta por el incremento salarial, porque todo se destina a cubrir el encarecimiento de estos petrolíferos, lo que se traduce en una pérdida acumulada de su poder de compra".

* Comportamiento del subsidio

En el "Resumen Ejecutivo" de su trabajo el especialista alude a la decisión del Gobierno federal aplicada en diciembre de 2009: reiniciar los deslizamientos mensuales de los precios de las gasolinas y el diesel, con el objetivo de reducir los subsidios a favor de los consumidores nacionales. De tal manera, de diciembre de 2009 a abril de 2010 la gasolina Premium pasó de de 9.57 a 10.26 pesos por litro, la Magna de 7.77 a 9.08 pesos por litro y el diesel de 8.16 a 9.44 pesos por litro.

Agrega con relación al comportamiento del subsidio a las gasolinas y el diesel: "En diciembre de 2009 el precio de la gasolina Premium en México era 27 centavos por litro más caro que el registrado en Estados Unidos, en abril de 2011 fue de 1.92 pesos por litro más barato en nuestro país. Respecto a la gasolina Magna, en diciembre de 2009 mantenía un subsidio de 64 centavos por litro, en abril de 2011 fue de 2.27 pesos por litro más barata en nuestro país. Por último, el precio del diesel mantuvo un subsidio de un peso por litro en diciembre de 2009, incrementándose a 2.96 pesos por litro en abril de 2011 respecto al precio observado en Estados Unidos".

Respecto a la estimación monetaria del subsidio de estos petrolíferos, dice: "Durante el periodo del 2010 el monto total de los ingresos que la industria dejó de percibir fue de 41 mil 421.27 millones de pesos, distribuido de la siguiente manera: para la gasolina Magna fue de menos 21 mil 246.55 millones de pesos, para la Premium fue de 597.22 mdp y para el diesel fue de menos 20 mil 771.94 mdp".

Para enero-abril de 2011 el monto total de los ingresos que la industria dejó de obtener fue de 10 mil 465.46 millones de pesos, distribuido de la siguiente manera: para la gasolina Magna fue de menos 5 mil 25.4 millones, para la Premium fue de menos 153.9 millones y para el diesel fue de menos 5 mil 286.16 millones de pesos.

"Nótese que 48.0 por ciento de la pérdida de este ingreso se genera a través del consumo de la gasolina Magna, porque mantiene la demanda más alta en el país entre los petrolíferos automotrices; la Premium fue equivalente a 1.49 por ciento y el diesel representó 50.51 por ciento del subsidio total", acota.

Otra referencia en su trabajo es el impacto fiscal del subsidio a las gasolinas y el diesel: Para los ejercicios fiscales 2007 y 2008 las transferencias a favor del consumidor por las ventas finales de las gasolinas y diesel en nuestro país fueron de 48 mil 324 millones de pesos y de 217 mil 609.1 millones de pesos, respectivamente. Para el año 2009 la recaudación a favor de las finanzas públicas por este concepto fue de 3 mil 203.1 millones de pesos.

Para el año 2009 el Congreso de la Unión estimó que el Gobierno federal transferiría 105 mil 871.90 millones de pesos a los consumidores finales por concepto de IEPS por las ventas finales de las gasolinas y el Diesel, sin embargo, recaudó 3 mil 203.1 millones de pesos, es decir, pasó de un umbral de recaudación negativo a otro positivo.

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