SALINAS Y CALDERON, LO MISMO

A falta de pan el circo no bastó -no obstante el criminal despilfarro en los actos conmemorativos del Bicentenario de la Independencia de México- para cubrir la lacerante realidad del país y el fracaso de la administración de Felipe Calderón, quien ha tenido que recurrir a todo para mantener su endeble posición, incluso solicitar la ayuda del promotor del actual régimen neoliberal y de su antecesor, los ex presidentes Carlos Salinas de Gortari y Vicente Fox, respectivamente, cuyo llamado a la unidad no hace sino exhibir el lamentable estado del la actual gestión federal, cuyos saldos en materia económica, de seguridad, de combate a la pobreza, de creación de empleos, de educación y de lucha contra el narcotráfico, son totalmente negativos. Al actual inquilino de Los Pinos le urge un pacto político para poder rescatar aún algo de su fallida gestión, para sacarlo del caos y del desorden en que se encuentra sumido, por lo que no duda en aliarse con el mismo diablo si eso le es posible.

Lo anterior parece confirmarse con la invitación a los ex presidentes de México que aún continúan con vida y que, de acuerdo a las antiguas tradiciones políticas priistas, deberían de mantenerse en la sombra y dejar actuar al actual titular del Ejecutivo. Pero esas viejas formas se perdieron en el actual caos panista. La emergencia política es tal ante el declive del poco poder que llegó a ostentar Calderón que no se duda en hacer uso de medidas desesperadas, cuya aplicación puede tener el resultado contrario a lo esperado y cuya medicina es más dañina que la propia enfermedad. Así se ve el arribo a Palacio Nacional del cuestionado Carlos Salinas de Gortari, cuya ilegitimidad de su mandato lo iguala al michoacano, y del nefasto primer mandatario surgido de las filas del PAN, Vicente Fox, cuyo enorme capital político al llegar a la primera magistratura de la Nación fue desperdiciado en la frivolidad de su administración y en la corrupción que encabezó su propia concubina y posterior esposa, Marta Sahagún.

Con sensatez, Miguel de la Madrid y Ernesto Zedillo declinaron la invitación, al igual que Luis Echeverría, quien se encuentra enfermo. Pero el afán protagónico de Fox y Salinas quedó en evidencia una vez más y sin ningún rubor acudieron a robarle reflectores a Calderón y, según sus propias palabras, a respaldarlo, aunque el resultado es el contrario pues exhibieron más crudamente su profunda debilidad. La noche del 15 de septiembre,  con todo cinismo, Salinas señaló a su arribo que los actuales “son tiempos de cambio que han sido muy positivos y ahora con la convocatoria del Presidente Felipe Calderón a la unidad en la que todos debemos sumarnos dejando de lado las diferencias como ocurrió en septiembre de 1924”, en clara referencia a la reunión del Presidente Manuel Ávila Camacho con los ex mandatarios Lázaro Cárdenas, Plutarco Elías Calles y Adolfo de la Huerta. También Fox convocó a la unidad y a que todos los mexicanos cumpla con su labor frente a los retos que enfrenta el país.

Pero el respaldo fue insuficiente, incluso contraproducente y a nadie le tomó el pelo, pues la sociedad mexicana está cada vez más politizada y aunque en momentos importantes muestra resignación, no es fácil engañarla. El principal líder opositor de México, Andrés Manuel López Obrador, sostuvo en una entrevista radiofónica que la reaparición de Salinas de Gortari es para demostrar que todavía “mueve los hilos” del país. Explicó que “es parte de lo que hemos venido sosteniendo, que no hay diferencia entre el PRI y el PAN, que son iguales, que Salinas mueve los hilos de este país sin aparecer, indudable que es el jefe de la mafia en el poder, no es nada nuevo, es parte de lo mismo”. El tabasqueño aseguró que el priista y el ex presidente Vicente Fox muestra cada vez mayor cinismo al hacer llamados a la unidad.

Muchos priistas se sintieron incómodos con las declaraciones de Salinas de Gortari y señalaron que no reflejaban la opinión de su partido. El vocero de los senadores del PRI, Carlos Jiménez Macías, acusó al ex presidente de protagónico, lo conminó a asumir su actual posición política, y deslindó a los legisladores priistas de sus afirmaciones: “de ninguna manera representa la posición de los legisladores priistas”, subrayó. El potosino dijo que Salinas era solo un priista más, que no era el vocero del PRI y que sus declaraciones no expresan el sentir de la inmensa mayoría de los priistas. Sobre Fox, señaló que es ajonjolí de todos los moles.

Mientras que el PRD calificó como falso el llamado de Carlos Salinas a la unidad en torno a Felipe Calderón. Hortensia Aragón, secretaria general del Sol Azteca, dijo que su reaparición es un protagonismo desmedido para pretender mostrar que aún tiene fuerza para dirigir a su partido e influir en el gobierno. A su vez, Jesús Zambrano, aseguró que “es un llamado a la desvergüenza que nadie debe tomar en cuenta”. Destacó que “no creemos en su llamado a la unidad, para qué, por qué, sobre qué bases, yo no le otorgo ninguna autoridad política o moral para que ande haciendo llamados a la unidad.  Para el integrante de la Comisión Política de PRD, la reaparición de Salinas en Palacio Nacional es para demostrar que está en activo, y una de sus misiones será operar en la elección del Estado de México en 2011. Resaltó que  “para mí su asistencia y su llamado es desvergüenza, porque es el justamente el protagonista e impulsor del esquema neoliberal, él dejó al país hundido en una de las peores crisis, entonces para qué es el llamado, ¿para continuar con la ruta del neoliberalismo o para salir de la situación en la que estamos?”. Agregó que “tampoco Vicente Fox tiene calidad moral para hacer llamados a nada, también quería escena política”.

Fuente de información, Lilia Arellano - Opinión EMET